Momentos de descanso, de relax, de refugiarnos en nuestros seres queridos buscando el alimento para el alma que nos de la fuerza y la motivación necesaria para enfrentar otras guerras, otra temporada en las carreteras..... ya descansa nuestra montura de carbono, la armadura que vestimos muestra las huellas de las batallas disputadas, frió, calor, lluvia, viento, todos los elementos que se cruzaron en mi camino... Momentos de reflexion de análisis de ver que se hizo bien y en que fallamos, aprender de nuestros errores es la mejor enseñanza.........
En esos momentos, el guerrero de la luz no se queda preocupado por los resultados. Examina su corazón y se pregunta: “¿Combatí el Buen Combate?” Si la respuesta es positiva, él descansa. Si la respuesta es negativa, toma su espada y empieza a entrenarse de nuevo.
El guerrero de la luz necesita dedicar tiempo para sí mismo. Y usa ese tiempo para el descanso, la contemplación, el contacto con el Alma del Mundo. Aun en medio de un combate, él consigue meditar.
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