Bueno; retomando las actividades, con mis Padres ya de regreso en ARGENTINA, con las pilas recargadas de los afectos, las emociones familiares y con el descanso cumplido, entraba de nuevo en la preparación de la próxima temporada, una visita al control odontológico y los controles médicos previstos nos acercamos a las semana en donde daremos inicio a la parte especifica de entrenamiento, gimnasio, piscina, las caminatas por el monte con el frió y la lluvia que ya se esta haciendo presente y esperando a que se concrete alguna de las opciones que están a consideracion, de lo que estamos seguro que seguiremos dando batalla.. en que carreteras.. ya lo veremos.
Existen dos tipos de oración.
El primero es aquel en el que se pide que determinadas cosas sucedan, intentando decir a Dios lo que debe hacer. No se concede ni tiempo ni espacio para que el Creador actúe. Dios – que sabe muy bien lo que es mejor para cada uno – continuará actuando como le convenga. Y el que reza queda con la sensación de no haber sido escuchado.
El segundo tipo de rezo es aquel en que, incluso sin comprender los caminos del Altísimo, el hombre deja que se cumplan en su vida los designios del Creador. Pide que se le evite el sufrimiento, pide alegría para el Buen Combate, pero no olvida decir a cada momento “Hágase Tu voluntad”.
El guerrero de la luz reza de esta segunda manera. (Paulo Coelho)
“De la misma manera, el guerrero de la luz sabe que todo lo que lo rodea – sus victorias, sus derrotas, su entusiasmo y su desánimo – forma parte de su Buen Combate. Y sabrá usar la estrategia adecuada en el momento en que la necesite. Un guerrero no procura ser coherente; él aprende a vivir con sus contradicciones. (Paulo Coelho)
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