
El guerrero de la luz sabe perder. Él no trata a la derrota como algo indiferente, usando frases tales como “Bien, esto no era tan importante” o “A decir verdad, yo no quería realmente esto”. Acepta la derrota como una derrota, sin intentar transformarla en victoria. Amarga el dolor de las heridas, la indiferencia de los amigos, la soledad de la pérdida. En estos momentos se dice a sí mismo: “Luché por algo y no lo conseguí. Perdí mi primera batalla”. Esta frase le da nuevas fuerzas. Él sabe que nadie gana siempre, y sabe distinguir sus aciertos de sus errores. 4ºto. y 2ºdo. sub 23, la batalla se dio sin excusas.
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